Orígenes

Una de las figuras más grandes de la antiguedad cristiana, por fecundidad literaria y doctrina teológica, nació en torno al año 185, probablemente en Alejandría. Desde su juventud, fue iniciado en la lectura de la Escritura y, a los dieciocho años, puesto por el obispo Demetrio al frente de la escuela catequética. En el año 232, después de algunas vicisitudes, relacionadas con su ordenación sacerdotal, se estableció en Cesarea, donde fundó una escuela que se hizo famosa en todo el Oriente. Murió en el 253, a causa de las torturas sufridas durante la persecución de Decio. Orígenes se destaca notablemente entre los autores de la era patrística, no sólo por su agudeza de ingenio y originalidad de pensamiento, sino también por su extraordinaria experiencia de fe. Atento a los problemas de su tiempo, se atrevió a proponer en síntesis profunda y armoniosa, sobre todo para la cultura de la época, los puntos fundamentales de la doctrina cristiana, yendo de la teología a la exégesis, a la eclesiología, a la mística y elevando de manera muy notoria la cultura cristiana. Es, sin embargo, el intérprete del Texto Sagrado que recoge los sentidos más recónditos y sublimes, que se desvelan, según sus propias palabras, a quien progresa paralelamente en el estudio y en santidad de vida.