Sinopsis
La ciudad de Aquileya (Italia) y su obispo S. Cromacio (340 408) son punto de encuentro fundamental de hombres, tierras y siglos. El nombre de Cromacio aparece ligado al de otros importantes contemporáneos como Atanasio, Jerónimo, Rufino, Ambrosio y Juan Crisóstomo.
En un momento difícil para la Iglesia, Cromacio fue ante todo un pastor celoso, célebre por su caridad, y un arduo defensor de la ortodoxia nicena ya desde el Concilio de Aquileya (381), en el que participó siendo presbítero y colaborador de su obispo Valeriano.
Las obras que de él conservamos, los Sermones y el Comentario al Evangelio de Mateo (su producción epistolar no ha llegado hasta nosotros), no pretenden realizar un desarrollo sistemático o innovador sobre el contenido de la fe. Son, sin embargo, testigos valiosos de la reflexión teológica del s. IV cristiano y muestran la profunda cultura bíblica y eclesial de su autor.
El Comentario al Evangelio de Mateo es uno de los más extensos que nos ha llegado sobre el primer evangelio. Abarca, con algunas lagunas, desde el primer capítulo del evangelio hasta el capítulo 18. Se ve influido por autores como Hilario de Poitiers, Ambrosio y, en menor medida, Cipriano, Tertuliano, Jerónimo e incluso Ireneo de Lyon.
La presente traducción es la primera edición íntegra de la obra que se publica en lengua castellana.
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